Ludwig van
Beethoven (Bonn, Alemania, 16 de diciembre de 17702-Viena, 26
de marzo de 1827) fue un compositor, director de orquesta y pianista
alemán. Su legado musical abarca, cronológicamente, desde el
Clasicismo hasta los inicios del Romanticismo. Es considerado
generalmente como uno de los compositores más preclaros e
importantes de la historia de la música y su legado ha influido de
forma decisiva en la evolución posterior de este arte.
Siendo el último
gran representante del clasicismo vienés (después de Christoph
Willibald Gluck, Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart), Beethoven
consiguió hacer trascender la música del Romanticismo, influyendo
en diversidad de obras musicales del siglo XIX. Su arte se expresó
en numerosos géneros y aunque las sinfonías fueron la fuente
principal de su popularidad internacional, su impacto resultó ser
principalmente significativo en sus obras para piano y música de
cámara.
Su producción
incluye los géneros pianístico (treinta y dos sonatas para piano),
de cámara (incluyendo numerosas obras para conjuntos instrumentales
de entre ocho y dos miembros), concertante (conciertos para piano,
para violín y triple), sacra (dos misas, un oratorio), lieder,
música incidental (la ópera Fidelio, un ballet, músicas para obras
teatrales), y orquestal, en la que ocupan lugar preponderante Nueve
sinfonías.
Problemas económicos
La obra orquestal La
victoria de Wellington fue compuesta como homenaje a la victoria
sobre los ejércitos napoleónicos en la batalla de Vitoria por parte
del duque de Wellington y alcanzó gran popularidad.
Beethoven había
entablado contacto con el inventor Johann Mäzel, que le construyó
varios instrumentos para ayudarlo con sus dificultades auditivas,
como cornetas acústicas o un sistema para escuchar el piano. Su obra
orquestal La victoria de Wellington fue compuesta en 1813 para ser
interpretada con un panarmónico, otro de los inventos de Mäzel.
Esta obra era un homenaje a la victoria sobre los ejércitos
napoleónicos en la batalla de Vitoria por parte del duque de
Wellington y alcanzó gran popularidad, además de volver
verdaderamente famoso al compositor, lo que le procuró grandes
ingresos. Sin embargo, él mismo la calificó como «basura» (algo
que no dijo de ninguna otra obra suya) y hoy está completamente
olvidada. El invento de Mäzel que más impresionó al compositor fue
el metrónomo, y escribió cartas de recomendación a editores y
comenzó a realizar anotaciones en las partituras con los tiempos del
metrónomo para que sus obras se interpretaran al tempo que él había
concebido. En esa época comenzaron los problemas económicos del
compositor, ya que uno de sus mecenas, el príncipe Lobkowitz, sufrió
una quiebra económica y el príncipe Kinsky falleció al caerse de
su caballo, tras de lo cual sus herederos decidieron no pagar las
obligaciones financieras que el príncipe había contraído con el
músico.7
Retrato de Beethoven
realizado por Louis-René L'étronne en 1814
Reproducción en
yeso de una máscara Ludwig van Beethoven en vida en 1812 (contrario
a la creencia convencional, esto no es una máscara mortuoria).
En 1814, acabó las
Séptima y Octava sinfonías y reformó la ópera Fidelio, que fue un
gran éxito, tanto de afluencia de público como económico, al igual
que el resto de conciertos que realizó en esa época. Ese mismo año
tuvo lugar el Congreso de Viena, que reunió en la ciudad a numerosos
mandatarios que decidían el futuro de Europa después de la derrota
de Napoleón. Este fue uno de los momentos de gloria de Beethoven, ya
que fue invitado en muchas ocasiones a participar en los múltiples
conciertos que se dieron en las celebraciones y fue recibido con
admiración y reconocimiento.7
Algunas fuentes
apuntan a que el último concierto público de Beethoven tuvo lugar
el 11 de abril de ese mismo año (1814)12 y consistió en el
estreno del Trío op. 97, junto al violinista Ignaz Schuppanzigh y el
violonchelista Joseph Lincke.13
Tras la muerte de su
hermano Kaspar Karl el 15 de noviembre de 1815, tomó la decisión de
acoger a su sobrino Karl, de nueve años de edad, en contra de la
voluntad de su cuñada. En los años comprendidos entre 1815 y 1820,
dedicó gran parte de sus energías y su tiempo a la batalla legal
para ganar la custodia de su sobrino Karl. Este esfuerzo le supuso
dejar prácticamente de componer (lo que no le impidió escribir seis
ciclos de Lieder y la sonata Hammerklavier). En el testamento del
hermano se le establecía a él como tutor de Karl, pero en el lecho
de muerte, a petición de la cuñada, se estableció una tutoría
conjunta. Ludwig, quien aborrecía a su cuñada, tuvo que llevar su
causa ante la justicia. Los tribunales ordinarios no lo conocían y
le costaba hacer valer sus influencias, aunque finalmente ganó el
caso, y desde entonces se dedicó a la formación musical de Karl con
falsas esperanzas, ya que el chico no tenía dotes musicales. Uno de
los profesores con los que contó su sobrino fue Carl Czerny, que
posteriormente fue profesor de Franz Liszt y antes había sido alumno
del propio Beethoven. Además, la relación con su hijo adoptivo no
era excelente; constantemente tenía que encontrarle nuevos tutores,
ya que tenía conflictos con ellos, y este escapaba con su madre y
peleaba constantemente con el tío. La preocupación por el dinero,
que acompañó a Beethoven desde los días de la infancia en que tuvo
que proveer para la familia, lo ocupó en este periodo como nunca.
Los editores no confiaban en él, pues no cumplía sus promesas de
exclusividad y pedía constantemente más dinero por sus obras. Según
su biógrafo, Emil Ludwig, de este periodo no hay ni una sola carta
en la que no se traten, al menos tangencialmente, problemas de
dinero.14
Después de 1815,
Napoleón fue definitivamente derrotado y el canciller austriaco
Klemens von Metternich instauró un régimen policial para impedir
rebrotes revolucionarios. Beethoven fue una voz crítica del régimen.
En esa época, su nombre era muy respetado en el Imperio y en Europa
Occidental, sobre todo en Inglaterra, en parte gracias al éxito de
La victoria de Wellington. Pero el ascenso de Gioachino Rossini y la
ópera italiana, que Beethoven consideraba poco seria, lo colocó en
segundo plano.
Retrato de Beethoven
en 1818 realizado por August Klöber
En 1816, realizó el
primer esbozo de la Novena sinfonía y dos años más tarde su
antiguo alumno y benefactor, el archiduque Rudolf, fue nombrado
cardenal, motivo por el cual Beethoven comenzó a componer la Misa en
re, aunque no estuvo terminada antes de la ceremonia de
entronización. En 1822, Beethoven tuvo un encuentro con Rossini en
Viena, ciudad en la que este estaba cosechando grandes éxitos.
Debido a las dificultades con el idioma y la sordera de Beethoven, el
encuentro fue breve.7
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